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Salir de lo cotidiano

A veces cuando te dicen que crecer es aprender a despedirse significa superar retos, subir peldaños, dejar atrás tu casa, tu gente, básicamente tu lugar. A veces cuando ya has ascendido varios escalones quieres más y más. La ambición se apodera de ti. Viajar es experiencia y conocer otros países te enriquece como persona.

Hace dos años exactamente me subí a un avión desorientada rumbo a Polonia. Lo que en el aeropuerto parecía un error, se convirtió, de lejos, en el mejor año de mi vida. Un año después cogía un vuelo desde Mallorca hacia Madrid, y parece que este día está destinado a transcurrir de aeropuerto en aeropuerto. Dos años después, prácticamente a la misma hora, empieza una nueva aventura.

Atrás dejo todo, Santander y mi hogar, Valladolid y mis cuatro años de carrera que han llegado a su fin... atrás dejo tanto, que no tengo ni idea lo que me espera a partir de ahora, solo se que va a convertirse en aprendizaje.

Una hora menos, un Brexit en camino, y coches en dirección contraria. Unas personas desconocidas que pasarán a ser mi familia, y un año en mi rincón favorito de Europa. No me defraudes.

I’m waiting for you London.

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