ŁÓDŹ| No te das cuenta, y cuando eres consciente de ello estas en el vuelo en dirección inversa. Comienzas a entender muchas cosas, esos textos que lees antes de irte con ese sentimiento que se refleja tras la tinta del papel o la tecla del ordenador. Empiezas a asimilar que lo real vuelve, que 9 meses después, la vida continua, que todo sigue igual. La dependienta del supermercado sigue siendo la misma y la distribución de tu cuarto no ha variado. Lo único que ha cambiado eres tú mismo. La persona que va en el avión de ida no es la misma que la que coge el avión de vuelta. Y lloramos mirando a las nubes tras la ventanilla, lloramos por lo que dejamos atrás, por todos y cada uno de los días que hemos pasado que han sido una superación personal. Tenemos sentimientos confundidos, inmersos en todas y cada una de las experiencias que hemos vivido. Hay veces que cuesta expresar todo, que faltan palabras para describir cómo lo hemos pasado y qué hemos sentido. No es fácil, per...
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